jueves, 27 de agosto de 2009

incisiones, huellas, surcos













como la tierra que fué herida para albergar la semilla en su oscuridad, así alguien podría haber sido marcada por otro alguien. y darse cuenta mucho después. como una percepción con delay. heinrich böll, en memorias de un payaso, escribía sobre la escucha con hipo, o escucha intermitente; no una escucha contínua, sino una con espacios en blanco, que le daba a él la sensación extrana de escuchar y no escuchar simultáneamente. así como existe la escucha con hipo, existe la conciencia con delay y alguien darse cuenta mucho tiempo después de haber sido.
la palabra huella resuena en mí. surco, incisión, lo mismo que un tatuaje, es para siempre.
y de nuevo vuelvo a otro escritor, alessandro baricco en seda, lo que ha sido, será para siempre.
lo que ha sido, me ha formado.
y deformado.
quizá sea lo mismo y yo sea redundante.

viernes, 14 de agosto de 2009

wunderwa!

hay días más luminosos que otros. como hay fotos más luminosas que otras. nadie se asusta por las fotos, en cambio con los días sí. pero de no existir la oscuridad, como podría existir la luz? al menos acá en éste mundo dual. de maravillosos aromas y texturas. maravillosos pétalos de una flor de malvón. maravilloso sonido de una risa, maravillosa caricia.
en alemán, wunderwa es maravilloso, wunder sólo significa milagro.
qué pasó después que dejaron de creer en los milagros?
que pasó después que buscaron recortar sólo la luz?
pero antes no fué así, antes, ahí está la palabra para testimoniar de otro tiempo.

jueves, 13 de agosto de 2009

jueves, 6 de agosto de 2009

nackt schneke


caracol desnudo 1

caracol desnudo 2


caracol desnudo 3




miércoles, 5 de agosto de 2009

nackt schneke im chiringuito


peter dice que tengo q cambiar el título del blog de "el barro diario" a "el barro semanal", más tarde agrega "el barro del mes"...., más tarde agrega "el barro del cazzo".
Como no sirvo para acompaniante mientras tomamos una cerveza en el chiringuito, y posponer una y otra vez la escultura diaria me exaspera, resolví llevarme el barro a las mesas de madera del chiringuito.
Allí, a orilla del río Sarre, debajo del sol, un milagro aquí, y con mi amor tomándo una cerveza de trigo, continué con la babosa.
Así pude combinar mi trabajo escultórico con el de esposa. Salió bien la babosa y la tarde estuvo genial también.