martes, 20 de octubre de 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

mini cuento de reverte

La imagen es la de una historia real y breve, casi un cuentecito, que lleva mucho tiempo conmigo. Y tal vez hoy sea el día adecuado para escribirla.

Una gran bandada de pájaros se ha estado congregando durante días en un palmeral mediterráneo, antes de volar hacia el sur para buscar el invierno cálido de África. Ahora viaja sobre el mar, extendida tras los líderes que vuelan en cabeza, dejando atrás las nubes y la lluvia y los días grises hacia un horizonte de cielo limpio y agua azul cobalto donde se perfila la línea parda de la costa lejana. Allí encontrarán aire templado y comida, construirán sus nidos, se amarán y tendrán pajarillos que en primavera retornarán con ellos otra vez hacia el norte, sobre ese mismo mar, repitiendo el rito inmutable y eterno, idéntico desde que el mundo existe. Muchos de los que viajan al sur no volverán, del mismo modo que muchos de los que hicieron a la inversa el último viaje quedaron atrás , en last tierras ahora frías del norte. Eso no es malo ni es bueno; simplemente es la vida con sus leyes, y el código de cada una de esas aves afirma en el silencio de su instinto que hay cosas que son como son, y nada puede hacerse para cambiarlas. Viven su tiempo y cumplen las reglas de ese dios impasible llamado vida y muerte, o Naturaleza. Lo que importa es que la bandada sigue ahí, viajando hacia el sur año tras año. Siempre distinta y sin embargo siempre la misma.

Una de las aves se retrasa. La bandada vuela delante, negra y prolongada, inmensa. Los machos y hembras jóvenes aletean tras el líder de líderes, el más fuerte y ágil de todos. Huelen la tierra prometida y tienen prisa por llegar. Tal vez el ave rezagada es demasiado vieja para el prolongado esfuerzo, está enferma, o cansada. Salió al tiempo que todas, pero las demás la han ido adelantando, y se rezaga sin remedio. Ya hay un trecho entre su vuelo y los últimos de la bandada, los más jóvenes o débiles. Un espacio que se hace cada vez más grande, a medida que aquélllos se distancian en su avance. Y ninguno mira atrás; están demasiado absortos en su propio esfuerzo. Tampoco podrán hacer otra cosa. Cada cual vuela para sí, aunque viaje entre otros. Son las reglas.

El rezagado bate las alas con angustia, sintiendo que las fuerzas lo abandonan, mientras lucha con la tentación de dejarse vencer sobre el agua azul que está cada vez más cerca. Pero el instinto lo empuja a seguir intentándolo: le dice que su obligación, inscrita en su memoria genética, consiste en hacer cuanto pueda por alcanzar aquella línea parda del horizonte, lejana e inaccesible. Durante un rato lo consoló la compañía de otra ave que también se retrasaba. Volaron en pareja durante un trecho, y pudo ver los esfuerzos del compañero por mantenerse en el aire, primero cerca de la bandada y al fin a su lado, antes de ir perdiendo altura y quedar atrás. Hace rato que el rezagado es el último y vuelo solo. La bandada está demasiado lejos, y él ya sabe que no la alcanzará nunca. Aleteando casi a ras del agua, con la últimas fuerzas, el ave comprende que la inmensa bandada oscura, volverá a pasar por ese mismo lugar hacia el norte, cuando llegue la primavera, y que la historia se repetirá año tras año, hasta el final de los tiempos. Habrá otras primaveras y otros veranos hermosos, idénticos a los que él conoció. Es la ley, se dice. Líderes y jóvenes vigorosos, arrogantes, que un día, como él ahora, aletearán desesperadamente por sus vidas. Y mientras recorre los últimos metros, resignado, exhausto, el rezagado sonríe, y recuerda.

(Lo ví llegar y posarse en el balcón de proa, junto al ancla. Estuve un rato inmóvil, por miedo a inquietarlo. Quédate, le dije sin palabras. No te haré daño. Pero al cabo tuve que moverme para reglar las velas, y el movimiento de la lona lo asustó. Observé cómo emprendía de nuevo el vuelo, siempre hacia el sur, a muy baja altura. Apenas podía remontarse, pero seguía intentándolo. Y así lo perdí de vista.)

miércoles, 14 de octubre de 2009

sábado, 10 de octubre de 2009

Como conocí a Perez-Reverte

Un amigo de ésos amigos viajeros, viniendo de México me trajo La reina del Sur para mi cumpleaños. Me comentó que alguien se lo había regalado a su vez y que al leerlo pensó en mí. Y cuando pasó por Sinaloa, no pudo menos que comprarlo. Porque he de decir en su honor, que éste amigo mío entiende algo de rituales y de símbolos, trabaja con ellos y lo que es la prueba total de su entendimiento en la materia: me hace reír mucho con ellos.
El libro habla de ésa tierra, de una chica, una ni
ña que no se sabe muy bien de donde vino y tampoco sabe ni quiere, a donde vá. Pero el destino es generoso con ella y ella es aún más generosa con él, no le saca el cuerpo a lo que el tiempo le pide, está allí presente, sin muchas preguntas y sobre todo, sin mucho prurito con la sucia, sucia realidad.
Ella es una hija de américa, Castaneda bien pudo haberla incluído dentro de su grupo de brujas, su femeneidad es una fuerza indómita, es una agresiva intensidad, una certeza sin certezas, y por supuesto como en todos los protagonistas de Reverte, algo te conmueve en ella, y ése algo sí que es intransferible.
Es por supuesto como toda historia de Reverte, una historia de amor.
Y éso me terminó de decidir a otro libro, y a otro, y a otro más.
Èso y el hecho que luego lo encontré en la biblioteca de un amante, y si hay algo que define la relación con un amante son los libros que uno puede compartir con él/ella.
Y los que no puede compartir.
Ahora estoy leyendo uno que son sus peque
ñas crónicas en el diario, Con ánimo de ofender. He de ser honesta aunque ésto me cueste alguna discusión doméstica, recuerdo su voz leyendo un capítulo. Y doy gracias por tener ése recuerdo entre mis recuerdos. Recuerdos de un tiempo en un mundo sin un capitalismo tan salvaje como éste o quizá con seres más indómitos que los que ahora frecuento.


domingo, 13 de septiembre de 2009

camaron vegetal

Sigo trabajando en el wald alemán, en sus hojas, en sus sombras, en su frondosidad, me influyen también todo el trabajo de hojas que hay en los edificios de acá. Aún no logro la síntesis que quiero. La síntesis y la diversidad que quiero. Igual me gusta el ondular de la base, la columna vertebral que quise esbozar se convirtió en una caparazón articulada, como un bicho bolita o un camarón. Hay algo q me recuerda a las guardas de hojas de los edificios también. Este trabajo se demoró bastante ocupando el lugar de trabajo de mi monomesa. Hoy me dije, Hoy se termina. y se terminó. Ojalá fuera así con todas las cosas.











iglú teta












es una casita? es una teta? es un temaxcal?

viernes, 4 de septiembre de 2009

Heute verlasse ich diesen Platz.

-Hoy dejaré estas tierras. No veré derrumbarse a todo el universo de piedra: ni los escritos de piedra, ni las flores de piedra, ni las telas de piedra que construimos para ser espejos de los dioses. Hoy el canto de los pájaros se llevarán mi alma por los aires, y mi cuerpo quedará desanimado, volverá a la tierra, al lodo y amanecerá de nuevo algún día en el sol que se encuentra escondido en el maíz. Hoy mis ojos se abrirán en flor y dejaré estas tierras, pero antes sembraré todo mi cariño en tu piel.

Sin previo aviso, una lluvia repentina empezó a caer sobre la región. La abuela comenzó a reír y con su risa llenó de música la habitación. Malinalli no sabía si lo que la abuela había hablado respecto a irse a algún lado se trataba de una broma o era verdad. Ella lo único que sentía era que la abuela y ella tenían la misma edad, que no había tiempo ni distancia entre ellas, que podía jugar y compartir sus deseos, inquietudes y fantasías con su amada abuela vuelta niña.

La abuela invitó a Malinalli a salir a jugar en la lluvia. La niña, divertida, la obedeció. Afuera de la casa pronto todo se hizo lodo. Las dos juntas se sentaron en el piso y enardecidamente se dedicaron a jugar con la tierra mojada. Diseñaron formas de animales y figuras mágicas. Parecía que la locura se había apoderado de la abuela y que, totalmente fuera de control, compartía ese mal con su nieta. La abuela le pidió a la niña que cubriera sus ojos con lodo, que se los refrescara con el lodo. La niña comenzó a acariciar el rostro de su abuela con sus manitas tratando de cumplir cabalmente con los enloquecidos deseos de su abuela. Cuando estuvo maquillada con el barro, la abuela le habló a su nieta:

-La vida siempre nos ofrece dos posibilidades: el día y la noche, el águila o la serpiente, la construcción o la destrucción, el castigo o el perdón, pero siempre hay una tercera posibilidad oculta que unifica a las dos: descúbrela.

Después de pronunciar estas palabras, la abuela se levantó con los ojos cubiertos de lodo y señaló al cielo.

-¡Mira hija! ¡Las nadadoras del aire!

Malinalli observó el sorprendente vuelo que unas águilas estaban ejecutando sobre ellas.

-¿Cómo es que supiste que estaban ahí si no las puedes ver?

-Porque está lloviendo y cuando llueve el agua me habla, el agua me indica la forma que tienen los animales cuando los acaricia, el agua me dice cuán alto o qué tan duro es un árbol por la forma en que éste suena al recibir la lluvia, z me dice muchas cosas más, como el futuro de cada persona, que es dibujado en el cielo por los peces del aire, sólo hay que adivinarlo. El mío es muy claro, los cuatro vientos me han dado su señal.

En ése momento la atmósfera se volvió naranja y un estallido de luz envolvió la mente de esas dos mujeres que parecían encantadas, transformadas y levantadas de la gravedad de la vida para flotar en la ligereza de los sueños.

La abuela comenzó a antar en diferentes dialectos y con voces ininteligibles mientras abrazaba con nostalgia e infinito amor a su nieta. Después de un rato, le pidió que fuese a recoger todos los pedazos de hierba seca que encontrara. Cuando la niña cumplió sus órdenes dentro de la casa encendieron el fuego nuevo con las brasas del día anterior. Mientras las ramas ardían la abuela dijo:

-Todas las aves tomaron del fuego su figura. El pensamiento también tiene su origen en el fuego. Las lenguas de fuego pronuncian palabras tan frías y exactas como la verdad más cálida que puedan tener los labios. Recuerda que las palabras pueden crear de nuevo el universo. Cada vez que te sientas confundida contempla el fuego y entrégale tu mente.

Malinalli, fascinada, contempló las mil formas escondidas en el fuego hasta que éste se consumió. La abuela sonrió y le dijo:

-Siempre recuerda que no hay derrota que el fuego no pueda consumir.

La niña se volvió a mirar a su abuela y observó cómo le corrían las lágrimas en medio de la tierra seca que cubría sus párpados. La abuela, entonces, de una cesta donde guardaba sus pertenencias tomó un collar y una pulsera de jade y, mientras se las colocaba a su nieta, con voz serena la bendijo de esta manera:

-Que la tierra se una a la planta de tu pie y te mantenga firme, que sostenga tu cuerpo cuando éste pierda el equilibrio. Que el viento refresque tu oído y te dé a toda hora la respuesta que cure todo aquello que tu angustia invente. Que el fuego alimente tu mirada y purifique los alimentos que nutrirán tu alma. Que la lluvia sea tu aliada, que te entregue sus caricias, que limpie tu cuerpo y tu mente de todo aquello que no le pertenece.

La niña sintió que la abuela se estaba despidiendo de ella y con voz angustiada le suplicó:

-No me abandones, Citli, no te vayas a ir.

-Ya te dije que nunca me voy a ir de ti.

Y mientras la abrazaba fuertemente y la llenaba de besos, en silencio le ofreció al sol a su nieta. La bendijo en nombre de todos los dioses y sin palabras dijo: "Que Malinalli sea la espantadora del miedo. La victoriosa del miedo, la que desaparezca el miedo, la que incendie el miedo, la que ahuyente el miedo, la que borre el miedo, la que nunca tenga miedo."

Malinalli permaneció enredada en los brazos de su abuela hasta que la paz se hizo completa en ella. Cuando por fin se separó, descubrío que la abuela estaba inmóvil. Que había dejado de pertenecer al tiempo, que se había evaporado del cuerpo. que su lengua había regresado al silencio.

La niña comprendió que era la muerte y lloró.

llogo llama





jueves, 27 de agosto de 2009

incisiones, huellas, surcos













como la tierra que fué herida para albergar la semilla en su oscuridad, así alguien podría haber sido marcada por otro alguien. y darse cuenta mucho después. como una percepción con delay. heinrich böll, en memorias de un payaso, escribía sobre la escucha con hipo, o escucha intermitente; no una escucha contínua, sino una con espacios en blanco, que le daba a él la sensación extrana de escuchar y no escuchar simultáneamente. así como existe la escucha con hipo, existe la conciencia con delay y alguien darse cuenta mucho tiempo después de haber sido.
la palabra huella resuena en mí. surco, incisión, lo mismo que un tatuaje, es para siempre.
y de nuevo vuelvo a otro escritor, alessandro baricco en seda, lo que ha sido, será para siempre.
lo que ha sido, me ha formado.
y deformado.
quizá sea lo mismo y yo sea redundante.

viernes, 14 de agosto de 2009

wunderwa!

hay días más luminosos que otros. como hay fotos más luminosas que otras. nadie se asusta por las fotos, en cambio con los días sí. pero de no existir la oscuridad, como podría existir la luz? al menos acá en éste mundo dual. de maravillosos aromas y texturas. maravillosos pétalos de una flor de malvón. maravilloso sonido de una risa, maravillosa caricia.
en alemán, wunderwa es maravilloso, wunder sólo significa milagro.
qué pasó después que dejaron de creer en los milagros?
que pasó después que buscaron recortar sólo la luz?
pero antes no fué así, antes, ahí está la palabra para testimoniar de otro tiempo.

jueves, 13 de agosto de 2009

jueves, 6 de agosto de 2009

nackt schneke


caracol desnudo 1

caracol desnudo 2


caracol desnudo 3




miércoles, 5 de agosto de 2009

nackt schneke im chiringuito


peter dice que tengo q cambiar el título del blog de "el barro diario" a "el barro semanal", más tarde agrega "el barro del mes"...., más tarde agrega "el barro del cazzo".
Como no sirvo para acompaniante mientras tomamos una cerveza en el chiringuito, y posponer una y otra vez la escultura diaria me exaspera, resolví llevarme el barro a las mesas de madera del chiringuito.
Allí, a orilla del río Sarre, debajo del sol, un milagro aquí, y con mi amor tomándo una cerveza de trigo, continué con la babosa.
Así pude combinar mi trabajo escultórico con el de esposa. Salió bien la babosa y la tarde estuvo genial también.

martes, 28 de julio de 2009

el grupo


Este es Jorge. Es carpintero, budista renegado, le gusta comer cosas dulces, viajó por todo el norte, por los andes. Me gusta ésta foto donde se lo vé concentrado. Ahora está tallando una piedra inmensa con ése boceto.









Este es Omar. Cualquier descripción queda chica. Escultor. Consecuente. Rebelde. Talentoso.
Acá mirando una escultura mía.












Susana, esculpiendo un busto de Omar. Mujer de conocimiento de la tradición andina? La que llevo en la sangre, pero en la que no fuí criada.







de donde vienen los hombres y las mujeres de conocimiento? aunque suene demasiado castaneda, ése título les calza perfecto. porque más allá de lo que hacen, o de donde vienen, su amor por comprender, su pasión, su consecuencia, la acción del día a día comprometida con aquello, la mirada aguda y la mente flexible, y ésa tranquilidad del trabajo, ésa paz que dá el trabajo.
lo que lograron hasta hoy lo entregan con las manos llenas, tienen las manos llenas de entrega, ése es el secreto de la multiplicación de los panes. de la prosperidad. la entrega, el ritmo de la abundancia, más allá del inventario de nuestras mercaderías.
que bello poder compartir su companía.





lunes, 27 de julio de 2009


y acá el barro del almácigo que pasó por tantas fases, por tantas etapas, las hojas, los folíolos fueron primero hueco, hueco bastante gestual, con la herramienta hechos, luego volumen y hueco y finalmente volumen-volumen. quiero trabajar más con las hojas, con el ritmo de las hojas. las hojas del bosque alemán, el wald, y las hojas de mi pequeno sembradío de tomates.
ahí vá.

tomatoes




con el ritmo de mi almácigo de tomates. en alemania los tomates cuestan como perlas y no saben a nada. entonces, tomo un tomate orgánico, bio que le dicen y planto sus semillas. espero. me planto. espero echar raíces. espero. con el ritmo del almácigo, increíble como cualquier germinación, como cualquier proceso de crecimiento, así es el ritmo que se forma. con él hago mi segundo bocetín en barro.